Sólo un día cada día
y déjate de pensar
en los que vendrán, no importan,
importa lo que, a pesar
del mundo y sus ademanes,
tú hagas del tiempo al pasar,
lo que disfrutes y vivas,
lo que sientas de verdad.
Sólo un día cada día,
nada de asarte al correr,
tienes que saber alzarte
y desde las cumbres ver
lo que es de la tierra el hombre,
lo que los otros al ser
son, pasando como ríos
en un mundo por hacer.
Sólo un día cada día,
serénate y saborea
las formas y los colores
de la selva que rodea
todo lo que es bueno y bravo,
que lo que te zarandea
nunca eclipse lo que es cierto,
lo que en verdad centellea.
Sólo un día cada día
y sin miedo a descansar
en las piedras del camino;
no se trata de pisar
solamente, la cuestión
reside en saber gustar
de lo pasado, presente
y futuro por llegar.
Y sobre todo, no quieras
en el tiempo acelerar,
no pretendas detenerlo,
tómalo así y tú verás
que sentido todo cobra.
Aparca el miedo y comprueba
como todo se hace grande,
sólo un día cada día
no hace falta nada más.