Tú y yo de azúcar, lima y azafrán
tiznados, retozando en la pradera
donde cafres margaritas serán
pronto adorno en tu plácida melena.
Tú y yo de verde, lluvia, miel y rojo
pintados, bajando por la cascada
de tus risas, inflexible cerrojo
del gris de mi holoturia malhablada.
Tú conmigo de la mano perdidos,
yo contigo y de sus mapas ajenos;
nunca seguir mares, rumbo o caminos
que no sean los de tu ojos serenos,
los de mis dedos de andares cumplidos
en las curvas de tus labios morenos.