La canción pasaba y con la cercanía, yo sufría por controlar los instintos de mi cuerpo, sabiendo que mi pantalón, no sería suficiente para encubrir mi ansia adolescente. Buscaba su rostro, no me aparté de él ni un momento. Recorrí cada milímetro de su cara, buscando el recuerdo perfecto. Memorizar como bajaba su mirada en las sonrisas más silenciosas y cómo movía todo su cuerpo, apretándolo sin querer contra el mío, levantando su cabeza, dejando volar, los hoy rizados cabellos negros, ante las grandes carcajadas . La alegría, la emoción, la vida, me inundaban, corriendo dentro de mí, un torrente, que surgiendo de dentro, trepaba hacia mis brazos y fluía de mis manos, desparramándose en el leve roce de mis dedos. El calor se acumulaba en mi cabeza y sus manos, ahora con más confianza, más atrevidas unidas en mi espalda, parecían quemar con su tacto. Pero no dolían, al contrario, era un calor dulce, calmando mis pasiones, alentando mis sentimientos.
Ni siquiera me había dado cuenta, inmerso, bañado en el mar de sus ojos, pero llevábamos un rato en silencio, casi inmóviles, y cada vez, de forma natural, más cerca el uno del otro. Mi corazón latía con fuerza, no con prisa, pero impaciente. Sus ojos nerviosos, habían bajado la guardia y el color subía ahora en sus mejillas, mientras intentaba esconder su delatador silencio. Ya no había risas, no había música, ni gente alrededor, sólo nosotros, ella, su piel, su olor, sus manos, su nariz, sus labios… Crucé final de miradas, sus ojos mirando mis labios, mis ojos mirando lo suyos, descarga increíble en forma de beso, suave, lento, húmedo… Beso genial, de mutuo acuerdo y convencimiento, libre de todo miedo o vergüenza. Nos tomamos el tiempo, se lo robamos al resto del mundo e hicimos que todo se detuviera, intentando retener el momento, prolongar ese primer profundo roce entre nosotros. Nos aferramos a él todo el tiempo que pudimos, que nos dejaron los amigos alrededor, sabiendo que no se repetiría, no al menos así, tan mágico, tan fácil y tan difícil, en ese preciso momento.