No sois nada

por Somnoliento

Ídolos hechos de mimbre
que hemos tejido, tiranos
sobre su propia simiente.
Ídolos rancios y ajados,
que en su ancha boca de sierpe
cuecen vahos de dinero
y esputos de la injusticia,
herencia de su semilla.

Humano errado y torcido,
que alabado en tus laureles
de mérito corrompido,
caminas por mis pesares
con aires de sol altivo;
orgulloso en tus vaivenes
de arrasador egoísmo,
tu horca la has puesto tú mismo.

No pretendo en tus ideas,
sacar ninguna verdad,
difícil que en tus salivas
se halle nada más allá
de tu encendida indecencia,
mi objetivo es desnudar
tus manejos de embustero,
depravado, ruin y artero .

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