NO PODRÉIS

por Somnoliento

Es el dolor de no sacar lo que dentro tenemos,
lo que en realidad me atormenta, enrarece mis días.
No por mí, no por ti, sino por todos, por todo lo que me rodea,
la envidia general, el odio, la vulgaridad como bandera
de un mundo que han hecho suyo, porque les hemos dejado hacerlo.
Y no es bonito, ni su tierra ni su vida, nada es bonito…
No conocen la belleza, ¿y si han acabado con ella?.
Cada vez cuesta más encontrarla, ni en la rosa ni en el cielo,
está todo tan cubierto de razón y basura, que la emoción
no es ni un recuerdo, un sentimiento perdido, reprimido
por la bestia del progreso, de la muerte, del dinero…

Quiero vivir en dimensiones mías, en las de todos,
pero no en las de unos pocos, tontos…
Qué no me domináis, aunque calle, aunque os deje hacer,
sobrevivo… No, sobrevuelo vuestra tierra ahogada,
en la que os pudrís, en las que intentáis cultivar
al monstruo que vendrá, al monstruo que queréis,
pero que no conseguís adiestrar. Y nunca podréis.
No seré yo quien lo pare, será él, ese al que transformar
queréis, quien se levante y muerda la mano malvada en el arado.
El arado de vuestra iniquidad radical, la herramienta de la enfermedad,
la que os consume, la misma que no os deja ver,
la misma que con vosotros ha de acabar. Bienvenida sea.

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