Hartos

por Somnoliento

Asediados por antediluvianos
monstruos, que viven de la humanidad
que les hemos entregado, confiados,
engañados por su infiel probidad,
vivimos ahítos de estos malvados
y de su inagotable iniquidad;
somos más, somos los que han de mandar,
entre todos, ¡echémoslos al mar!

 Al que nos roba la vida y el tiempo,
con sus promesas se ha de confrontar.
Al que con las mentiras surte el viento,
con sus palabras se habrá de ahogar.
Al que el dinero da por alimento,
en el desierto tendrá que quedar,
olvidado en una salvaje tundra,
nudo, solo con su maldita sombra.

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