FURIAS II
Cambia tu ritmo en la mirada,
la respiración se vuelve
suspiro y con tu dulce
sudor, me pierdo en tu espalda.
De tarde, noche y mañanas,
en tu piel, suave y salada.
Empapado de tu esencia
querido por tus entrañas.
No quiero que me separen,
aún con barreras y con filo.
Todo lo extraño contigo,
me ha hecho olvidar la muerte.