Vuelvo a verte del color de tus hebras
que son del verde y del garzo, sublimes
constelaciones de preciosos gases
fluctuando en el mar de las luces solas.
Vuelvo a verte en las extremas cubiertas
de tus ocultos, deliciosos mimbres,
final del camino, inicio de fiebres;
te veo a mordiscos de suaves bocas.
Y es por el ver de tus sombras el fondo
que yo me olvido absorbiendo el aroma
de tus pastos: su forma y su capricho;
es por saberme subido a tus lomas
que yo me dejo llevar hasta el cabo
de mis pasiones, donde tú las tomas.