Desde el color de fondo de la rosa
a la última grieta del hielo,
hasta ahí llegan los tentáculos de mi dolor,
amarga textura volante,
hasta el reposo de la avaricia y el odio
tan humanos.
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Desde el color de fondo de la rosa
a la última grieta del hielo,
hasta ahí llegan los tentáculos de mi dolor,
amarga textura volante,
hasta el reposo de la avaricia y el odio
tan humanos.
Estos textos no son más que una muestra de las noches que, aun con sueño, no nos permiten descansar. Un alivio del diario y la rutina. No le busques ni sentido ni historia, no son más que escritos del insomnio, remedios contra la vigilia.