Décimas para Elvira

por M.Bardulia
Poesía en Bardulias: Décimas para Elvira

Querida Elvira, poeta social,
anomalía de dos frasecitas,
de tus catorce palabras refritas
que siempre riman con amor amar,
que siempre orbitan lo superficial;
querida Elvira, poeta sin métrica,
virtual impostora de la fonética,
por qué crees que no vale el esfuerzo
sacarle las entrañas al infierno,
por qué de lo simplón haces poética.

Querida Elvira, poeta egocéntrica,
que de ti hablas, hasta cuando no quieres,
que por no arriesgar ni siquiera mientes,
que todo son transparencias poéticas,
fotocopias de tus odas frenéticas,
qué pretendes dejar para las musas,
que mueren de hambre por ti desterradas,
qué de Erato, chalada de gritarte:
¡haz algo por los versos escandirte!
¡Escribe de algo más que tus chorradas!

Querida Elvira, influencer laureada,
lo intento pero no veo, no encuentro
más que lo mismo que siempre me encuentro
cuando intento leer tus esquilmadas
ñoñas, cacofónicas, arritmiadas,
mondas, lirondas, vagas poesías;
no encuentro más que tu alma en niñería,
social egocéntrico papiloma
que, en las manos de la masa moscona,
se arroba genio, pluma y maestría.

Querida Elvira, impostora feliz
que te vistes de faisán y rapsoda,
que escribes de amor amando la moda
cuando, en realidad, mustia perdiz,
solo sabes cantarle a tu nariz;
con mimo, en salud y en enfermedad,
en lo burdo, lo estúpido y mendaz,
a tu ego desbordado, a tu pereza,
a su enorme absurda cohorte enferma;
enferma de tiempo y humanidad.

Querida Elvira, aedo de Instagram,
si al menos dejarás de hablarte tanto,
de observarte del culo tus espantos,
de creértelo tanto y declamar
siempre de ti, siempre de ti, y parar;
si al menos pudieras, por un minuto,
dejar de lado tanto amor superfluo,
la arritmia emocional que te consume,
escribir lo fácil que te carcome;
si te hicieras parar, solo un segundo…


Querida Elvira, absceso digital
de las legiones del tiempo sin vida,
si te dignarás levantar la vista,
de tu culo tu cuello descorchar
y al mundo con furia desbaratar,
de ese mundo, de su salud informe,
de su oscilar agónico y deforme
quizá, solo quizá, desmenuzaras el brillo,
la flavescente quiralidad del estallido,
el color que más allá de tus ojos se forme.


Sigue leyendo

Deja un comentario