Me toca marchar, pero no encuentro el porqué…
Me toca lanzarme a buscar la mitad de un sueño,
aún a costa de los míos, y no se por qué…
Mi vida va a girar, hacia lo que no quiero, hacia lo que no espero
y vuelvo a ser yo el que cede las riendas sin celo…
Estoy ahíto de los aviones, del águila y los cielos grises,
quiero mi pradera de cesped, las montanas siempre fieles
y dejar el frio y el dinero, para los que disfrutan, solos, de ello.
Mira que el frío a mí se me atraganta.
mira que para mí el dinero no son sonrisas.
Mira que el salto continuo, se come mi alma.
Mira, por favor, de una vez, antes de que todo se parta.
¡Incluido yo!