No hay más patria que nosotros, los hombres.
No tienes más casa que el mundo verde,
el cielo azul y el mar de eternas fuentes;
es tú razón la que se tuerce y pierde
cuando engreído confundes tus nombres,
cuando dices que eres regente y sierpe
de una tierra, de una casa o ciudad,
cuando crees que al suelo te has de atar.
entrada anterior