Difícil sentir tristeza
los días de mucho sol;
y es que es triste,
cuando uno siente miseria,
que te acompañe el calor,
que despiste
a tus ganas de amargura
la luz del rayo invernal,
menos cruel,
de un calor que no perdura,
que no quema al rebotar
en la piel.
cuando uno siente miseria,
que te acompañe el calor,
que despiste
a tus ganas de amargura
la luz del rayo invernal,
menos cruel,
de un calor que no perdura,
que no quema al rebotar
en la piel.
En el embrujo de luz
de la aurora soleada
no se puede
sentir temor; ese alud
de nubes coloreadas,
se resuelve
en inevitable burla
al pesar, en alabanza
a la chispa;
es la magnífica purga,
la maravillosa alianza
con la risa.